Después de trabajar en la industria farmacéutica, trabajé en el departamento de reservaciones de una aerolínea.
Atendía yo a agentes de viajes y pasajeros particulares, ofreciendo los respectivos vuelos y sus tarifas.
No faltaba que me llamara algún agente de viajes comentándome que tenía un cliente muy importante y adinerado que quería viajar por cuatro semanas. Lo que el señor no sabía, era a dónde quería viajar. Y el agente de viajes no sabía qué ofrecer por lo cual nos hablaba.
Eso siempre me ha dejado “helada”, el que alguien no sepa qué quiere conocer o dónde quiere pasar su tiempo.
Le día algunas sugerencia al agente de viajes que quedó contento ya que ya tenía qué recomendarle a su cliente.