Al estar entregando mis proyectos, antes de volver a México de Francia, estuve trabajando con dos compañeros (una amiga y un amigo), explicándoles el funcionamiento del tema que yo impartía sobre una herramienta específica.
Siendo que todos los integrantes del proyecto conocíamos las diferentes partes que cada quien trabajaba, llevábamos atorados ya toda la mañana y no entendían lo que les explicaba.
Fuimos a comer y al regresar llegó la cuarta persona que trabajaba en el proyecto, y que no había podido estar por la mañana. Volví a exponer el tema. Mis dos amigos seguían sin entender, pero la compañera que acababa de llegar entendió inmediatamente. En conjunto presentamos el tema y finalmente mis dos amigos entendieron la herramienta.
¿Qué había pasado?
Hay gente que trabaja solamente con el hemisferio derecho del cerebro. Otras sólo utilizan el hemisferio izquierdo. Algunas personas utilizan los dos hemisferios – en diferente porcentaje –.
El hemisferio izquierdo es analítico, abstracto, racional, lógico y lineal entre otras cosas. El hemisferio derecho es sintético, analógico, no racional, intuitivo y holístico.
Mis dos amigos usan principalmente su hemisferio izquierdo y yo el hemisferio derecho. Por eso no me entendían, era como si hubiéramos estado comunicándonos en diferentes idiomas.
Esto no sólo es importante en un salón de clase, sino también en cualquier interacción entre dos personas. Uno puede pensar que está siendo muy claro en lo que está comunicando, y por las razones arriba expuestas, la otra persona no entiende absolutamente nada.